KYB: recomendaciones para la conducción en invierno

Las condiciones de conducción durante el invierno traen consigo muchos desafíos para un automóvil. Las temperaturas extremas, el aumento de los baches junto con la sal o la gravilla que se encuentran en las carreteras de muchos países, someten a los componentes de la suspensión a presiones extras.

La función principal de los amortiguadores es mantener los neumáticos del vehículo en contacto firme con la carretera para permitir girar y frenar con seguridad. Trabajan en equipo junto a los neumáticos y los frenos, y si alguno de los integrantes del equipo está desgastado, puede suponer graves consecuencias para la seguridad. La lluvia, el hielo y la nieve ya provocan, sin el peligro añadido de las piezas desgastadas, un efecto adverso en lo concerniente a las distancias de frenado, por lo que es especialmente importante que todo funcione de manera correcta durante los meses de invierno.

KYB sugiere algunas recomendaciones básicas para ayudar en la conducción durante el invierno:

Retire toda la nieve y el hielo de su vehículo:
Asegúrese de quitar todo el hielo o la nieve tanto de los cristales como de los faros. Es importante, además, limpiar la nieve de la parte superior de su vehículo, ya que puede resbalar sobre el parabrisas mientras conduce y obstaculizar su visibilidad.

Incremente su distancia de frenado:
Las condiciones deslizantes conllevan la necesidad de incrementar la distancia entre usted y el automóvil de delante de ocho a diez segundos, lo que daría tiempo suficiente para frenar de manera segura en caso de ser necesario.

Acelere, desacelere y maniobre suavemente:
Tómese su tiempo y asegúrese de acelerar, desacelerar y maniobrar con precaución. Si su vehículo comienza a patinar, controle la dirección y no frene.

Revise sus neumáticos:
Asegúrese de que sus neumáticos mantengan el dibujo adecuado y que estén correctamente inflados. Revise que el kit de sustitución/reparación esté en buen estado.

Salga en una marcha más alta:
Esto facilitará que su automóvil gane tracción y evitará que las ruedas patinen cuando intente desplazar su vehículo.

Compruebe con más frecuencia sus niveles de líquidos:
En tanto y cuanto su motor trabaje más, presumiblemente los líquidos se agotarán más rápido, así que debe rellenarlos del todo antes de cualquier viaje largo.

Conducción en cuesta
Deje suficiente distancia entre automóviles para mantener una velocidad constante y evitar detenerse o cambiar de marcha. Use una marcha baja cuando conduzca cuesta abajo.

Lleve lo esencial
En caso de emergencia, debe llevar anticongelante, una manta, ropa, calzado de invierno y una linterna.

La mayoría de los automóviles están equipados con un moderno control electrónico de estabilidad (ESC) para ayudar al vehículo y al conductor a evitar peligrosos sobrevirajes en condiciones invernales. El ESC permite detectar el momento en que el automóvil se inclina demasiado o pierde tracción, y actúa rápidamente frenando las ruedas de manera individual para evitar cualquier riesgo de derrape incontrolado. Es importante recordar que, aunque la mayoría de los vehículos modernos están equipados con prestaciones de seguridad como ESC, estos sistemas se basan en el funcionamiento pleno de todos los componentes. El ESC fue calibrado y diseñado cuando el coche tenía los amortiguadores nuevos. En consecuencia, un mantenimiento inadecuado de los amortiguadores afectará a los cálculos realizados por el ESC del vehículo, ya que este último no reaccionará ni desempeñará sus funciones de la manera prevista. Por consiguiente, el ESC puede no aplicar suficientes medidas preventivas para mantener el automóvil bajo control. KYB recomienda que los amortiguadores, muelles y kits de montaje sean sustituidos tras 80.000 km.

Cuando el invierno llega a su fin, no termina el peligro para los componentes de la suspensión, especialmente para los muelles. Con el tiempo, el impacto de elementos al circular sobre superficies poco compactas puede dañar la pintura protectora, dejando expuesto el metal. El muelle es entonces susceptible de romperse, máxime durante y después de los meses de invierno, donde habrá estado expuesto a la lluvia, el hielo y a la corrosiva sal de las carreteras. La rotura de un muelle mientras el vehículo está en marcha puede ser extremadamente peligrosa si el muelle se sale de su asiento, a veces incluso dañando el neumático. KYB recomienda que los técnicos revisen los muelles de cada vehículo que llegue al taller para la comprobación de este tipo de daños una vez finalice el invierno.