Enfocados En La Fabricación Avanzada De Suspensiones En Europa

KYB Advanced Manufacturing Spain (KAMS) está a la vanguardia en la fabricación especializada de amortiguadores de alta tecnología, y fue construida específicamente para dicho propósito.

KAMS se encuentra en Los Arcos, cerca de Pamplona. Con una inversión de más de 20 millones de euros, aprobada en junio de 2008 y comenzando en agosto de 2009 las primeras pruebas de la cadena de producción. Cuatro meses después se inició la producción a pleno rendimiento con el primer proyecto OE entre KYB y BMW, suministrando amortiguadores delanteros y traseros para el nuevo Serie 5. Unos meses más tarde, el suministro para PSA y Audi se trasladó desde KYBSE, la otra fábrica española de KYB, a KAMS.

Hay 6 líneas de producción con capacidad para fabricar actualmente 1,45 millones de amortiguadores. KAMS tiene 184 empleados, 145 de los cuales pertenecen a las líneas de producción.

Al acceder a la zona de producción de KAMS, lo primero que llama la atención es lo limpia que está en comparación con un área de fabricación convencional. El equipo trabaja duro con el objetivo de mantener unas condiciones óptimas para este nivel de fabricación especializada, lo que incluye auditorías continuas sobre los procesos y los productos, además de auditorías de limpieza de alto nivel (método de las 5S) cada dos semanas.

El proceso de fabricación está altamente automatizado. Al principio del proceso los operarios incorporan los componentes en bruto, y no vuelven a tocarlos hasta que los retiran manualmente al final de la cadena de producción. El control de calidad del producto final es un proceso completamente manual.

Los dos principales tipos de amortiguadores que se fabrican en KAMS son REAS e IDC.

REAS es un sistema de amortiguación que controla la vibración vertical y la fuerza de amortiguación en las curvas sin dispositivos electrónicos. Conecta los amortiguadores mediante un tercer amortiguador especial, el cual tiene un pistón flotante y distribuye la fuerza de amortiguación sobre el amortiguador izquierdo o derecho.

Existen dos configuraciones para este sistema: conexión en paralelo, donde los amortiguadores izquierdo y derecho de un eje (delantero y/o trasero) se conectan mediante una válvula central; y conexión diagonal, donde el amortiguador delantero derecho está conectado con el amortiguador trasero izquierdo a través de una válvula central, así como el amortiguador delantero izquierdo con el amortiguador trasero derecho mediante la segunda unidad central.

El sistema controla cómo se comporta el vehículo durante el frenado, las curvas y la aceleración con el fin de gestionar la transferencia de pesos y minimizar el balanceo de la carrocería. Además, permite a los neumáticos mantener un mejor contacto con la carretera mediante el equilibrio de las fuerzas de los neumáticos, aumenta la resistencia al desgaste de los mismos, mejora la manejabilidad y proporciona una mayor seguridad durante la conducción en situaciones críticas.

Se utiliza en los vehículos Audi RS 6 Avant, Audi RS 5 Coupé y Sportback, y Audi RS 4 Avant con el nombre DRC – Dynamic Ride Control (control dinámico de conducción). Cada set de amortiguadores REAS está conectado a la unidad de la válvula central, garantizando un funcionamiento y precisión óptimos para estos vehículos de alto rendimiento.

El sistema de suspensión Intelligent Damping Control (IDC) de KYB es la última e innovadora tecnología desarrollada por la compañía, y se utiliza en una selección de vehículos de alto prestigio. En Europa, PSA emplea esta tecnología en el Peugeot 508 y en el DS7 bajo el nombre de DS Active Scan Suspension. También estará presente en el nuevo DS9, que se lanzará en 2021. En Japón, está disponible en los Lexus LS y LC, y en los Toyota Crown y Avalon.

Esta tecnología inteligente analiza el perfil de la carretera y lo envía a la unidad central electrónica IDC. Funciona con cuatro sensores de altura y tres acelerómetros que miden las reacciones del vehículo, incluida la velocidad, el frenado y el ángulo de dirección.

La unidad de control calcula continuamente la configuración óptima del amortiguador para mitigar cualquier irregularidad, mejorando el confort para crear una experiencia de conducción única y suave. Lo hace gracias a una válvula solenoide proporcional en cada amortiguador que ajusta la presión interna entre las cámaras superior e inferior, proporcionando un control individualizado de la compresión y el rebote en las cuatro ruedas.

Las pruebas realizadas demuestran que los beneficios son especialmente notables en los asientos traseros, ya que el sistema de escaneo reduce las oscilaciones que pueden provocar los baches. Podría parecer que se trata únicamente de mejoras en el confort de la conducción, sin embargo, también tiene un efecto positivo en la seguridad. Una conducción más suave implica que las cuatro ruedas mantendrán un mejor contacto con la carretera, lo que posibilita una dirección y frenada más seguras, reduciendo además la fatiga del conductor.

KYB tiene tres fábricas de amortiguadores en Europa: dos en España y una en República Checa, donde también cuenta con una fábrica de muelles.